Etiquetas

viernes, 11 de septiembre de 2015

Soñé

Que me despertaba por la mañana con energía, como si hubiera dormido 3 días enteros, no me dolía nada, no había ninguna sensación extraña en mi cuerpo, no había preocupación que fuera más allá de lo cotidiano. 
Me disponía a arreglarme y ponerme guapa para irme a trabajar 8 horas, trabajé la jornada rindiendo al máximo...
Salía y me iba a buscar a mi hijo a la guardería, me esperaba con ganas y nos íbamos al parque, jugábamos juntos a la pelota, a hacer carreras, merendamos en un banco y nos íbamos para casa ya que la tarde iba cayendo, lo bañaba mientras esperábamos a mi chico para poder irme un ratito a hacer deporte.
Volvía para cenar y hablamos de como había ido el día.
Estaba cansada pero aún tenía ganas de hacer más cosas, acostar a mi pequeño y contarle 3 cuentos, se quedaba dormido feliz. Me ponía a recoger y me quedaban ganas de estar con mi chico en el sofá tranquilamente. Me quedaba dormida leyendo.
Todo esto sin notar la fatiga que siento cada día después de hacer lo mismo, sin tener la preocupación por la salud constantemente, sin pensar en la enfermedad.
Me despierto y me doy cuenta que mi sueño ha sido tu simple realidad.


 

4 comentarios:

  1. Sin comentarios, un día soñado cualquiera de cualquiera de nosotros contado de la mejor manera posible.
    Chapeau!! 👒👒

    ResponderEliminar
  2. Precioso. Tenemos ese sueño en común much@s de nosotros.
    Un besote! 😘

    ResponderEliminar
  3. Estas cosas son las que nos dan la felicidad a nosotros, cada uno tiene sus propios sueños, hay que seguir luchando por ellos.
    un abrazo a tod@s!

    ResponderEliminar
  4. Que cierto y que no sepamos valorar cuando estamos bien!!! Es una lastima pero de todo se aprende y yo desde mi diagnóstico lo he hecho y agrandes escalas. Gracias

    ResponderEliminar